domingo, 19 de julio de 2015

CALENDARIO DEL AMOR

“Y en primavera lancé mis dados. Salieron seises y nos besamos”, recuerdo. Fue una gran primavera. Nuestro amor floreció y la pasión se convirtió en nuestro hábitat. Durante el verano empezamos a aburrirnos con la rutina playera. El gris otoño mató nuestros sueños y nos volvió tristes. Maldigo el invierno en el que ella apareció y se llevó tu vida. La primavera nunca volvió.


Eros y Psique, Antonio Canova

miércoles, 15 de julio de 2015

Incontinencia


Venga, entra, pero procura ser más comedido, que no te pase como la última vez.
Tuviste suerte de que el pobre Noé se creyera la historieta del Diluvio !

miércoles, 8 de julio de 2015

Seis toros y seis cabestros

Hoy toca
noche de luces
y mañana de toros.
Tarde de rojo y blanco,
turistas y amigos, locura,
niños y procesiones.
Seis toros corren,
seis cabestros
suenan.

Son ocho días
de intensos ocasos
y  amaneceres por sorpresa.
De estragos, festejos y un vaivén
de voluble demencia ebria de alegría.
Pintados de rojo y blanco se ven
Iruña y más los Pamplonicas.
Seis toros corren y seis
cabestros brillan.




Pernando Gaztelu

martes, 7 de julio de 2015

PENTIMENTO

Son casi las dos de la madrugada, el dolor de cabeza empieza a ser algo realmente molesto. ¿Por qué no lo tomé con más tiempo? Tengo que entregar en dos días los cinco pliegues de sonetos que me pidió el Marqués y aun me faltan la mitad. 

Demasiado ocupado con Lisi como para centrarme antes en esto... No tengo remedio, siempre disperso, siempre pensando en otras cosas. Mil y un sonetos le he escrito a esa belleza que me tiene embelesado, más no consigo dar con otro tema que el amor y mi amada. Al marqués le va a parecer esto una basura monotemática.

Céntrate Francisco, tienes que escribir sonetos. Usa temas mitológicos, eso siempre agrada a esta nobleza rancia. Vamos a ver... Venus y Eros. No, otra vez el maldito amor. Hera y su paciencia con Zeus... tampoco, me van a tachar de moralista. ¿Y si escribo algo sobre la realeza? La reina coja y su amante el esclavo indio... no, me apresarían por traición a la corona.

¡Es imposible! Odio al Marqués y sus encargos... 
Vale, vamos a tomar aire... Levántate de esta silla incómoda y sal al jardín, date una vuelta y toma aire fresco. El frescor de la madrugada te sentará bien.

[Unos minutos después...] 

Este frescor y el aroma de azahar propio de la estación en que estamos siempre consiguen sosegarme y reconfortarme. ¡Qué maravilla! Venga, a escribir sonetos.

¡Pum-paam-puuuum!

¡Dios!
¿Quién ha movido la mesita de madera? ¡Qué daño! Tropiezo de lleno, me acabo de desgraciar un pie y encima he tirado todos estos papeles al suelo... a ver qué son. Cartas a Lisi, sonetos sin inspiración, más cartas a Lisi... ¿Y esto? Este soneto no es mío...

 Desmayarse, atreverse, estar furioso, 
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe
.

Esto es del pusilánime de Lope... ¡Qué criatura! Tan enamoradizo y sensiblero. ¿Desmayarse? ¿Atreverse? ¿Olvidar el provecho? ¿Amar el daño? A este hombre le faltan entendederas... un destierro no le vendría mal. Sin embargo, tiene un éxito feroz, sobre todo entre mujeres... 

No lo soporto. 
Voy a hacer mi versión, hombre. ¡Va a enterarse este monigote de lo que vale Francisco! 

[Unas horas de intenso trabajo después...]


Las seis de la mañana. Por fin acabé mi encargo para el Marqués, me ha salido redondo. El enojo con el "Fénix" me ha dado el empuje que necesitaba. Y lo mejor es que he hecho un soneto que supera en mucho su definición de amor. Aunque ese me lo guardo en mi colección privada, el necio del Marqués no sabría apreciarlo...


Definición de amor 
¿Rogarla? ¿Desdeñarme? ¿Amarla?
¿Seguirla? ¿Defenderse? ¿Asirla? ¿Airarse?
¿Querer y no querer? ¿Dejar tocarse
y a persuasiones mil mostrarse firme?

¿Tenerla bien? ¿Probar a desasirse?
¿Luchar entre sus brazos y enojarse?
¿Besarla a su pesar y ella agraviarse?
¿Probar, y no poder, a despedirme?

¿Decirme agravios? ¿Reprenderme el gusto?
¿Y en fin, a beaterías de mi prisa,
dejar el ceño? ¿No mostrar disgusto?

¿Consentir que la aparte la camisa?
¿Hallarlo limpio y encajarlo justo?
Esto es amor y lo demás es risa.



Esto sí que vale la pena. En el futuro todo el mundo me recordará como el hombre que dio la más acertada definición de amor (y de sus engaños...): FRANCISCO DE QUEVEDO



Texto de SANDRA LLOPIS

Este y otros textos pueden leerse también en mi blog La Locura de tu vida:  http://lalocuradetuvida.blogspot.com.es/ 


Encarnita, ese perfume cautivador (PARTE I). Mario Escat


Han pasado 53 años y aún recuerdo ese perfume…el de Encarnita. Lo cierto, que seguro no era un buen perfume, sería una colonia barata, pero sigo teniendo en mi mente ese olor intenso, el de Encarnita.
Ella, era tres años mayor que yo, y como era habitual en esa época, procedente de un pequeño pueblo de La Mancha, trabajaba de ‘Chacha’ en nuestra casa. Desde el mismo día que llegó, en plena canícula de agosto, se convirtió para mí en objeto del deseo, de un deseo que a mis escasos 13 años, no sabía identificar, pero que producía en mi cuerpo y mente unas agitaciones desconocidas hasta ese momento. No había noche que no me tocara con fruición pensando en sus enormes y turgentes pechos que observada cada vez que podía, cuando arrodillada, fregaba el suelo. (La fregona aún tardaría en llegar a las casas españolas). En algunas ocasiones, yo veía que Encarnita notaba que la observaba, y no sabía entonces porqué, (ahora sí) ella, se inclinaba más y más sobre el cubo de fregar, dejando a la vista hasta lo que yo adivinaba que eran unos bultitos y que no había tenido ocasión nunca de ver, excepto en enciclopedia, que cerrada bajo llave, reposaba a buen recaudo en la librería del despacho de mi padre. Y en la que desde hace algunos años, yo, de forma hábil, abría con otra llave para investigar algunas palabras como ‘Pezón’, ‘Puta’, ‘Follar, ‘Joder’, ‘Coño’, etc… que en algunas ocasiones oía a los mayores, pero que ni mi familia, y mucho menos los curas Jesuitas de mi colegio me aclaraban. Además, gracias a que se exhibian junto a algunas de esas palabras, dibujos aclaratorios, ese libro, se convirtió en el mío de cabecera.
Pero, sigamos con Encarnita. El verano seguía su curso y mis ardores aumentaban. A ese paso, de tanto masturbarme iba a acabar en los huesos, y lo que es peor, si me moría, iría al infierno de cabeza y, aunque era el más alto de mi clase, no crecería más con tanta paja, y no podría seguir en el equipo de baloncesto, y para remate, como no había misa diaria, como en el curso escolar, y sin mí ‘padre espiritual’ (Made in Jesuitas), de confesarme, nada de nada…
Como es natural, y dado que estábamos de vacaciones, yo les contaba esas bondades de Encarnita a mis compañeros de pandilla, y alguno de ellos, a ciertas horas que mis padres no estaban, se pasaban por casa para comprobar in situ y corroborar, las excelencias mamarias de mí, ya adorada Encarnita.
Así transcurrió el primer verano con ella en casa. Por cierto, en un chalet minúsculo en la montaña y en el que ese verano faltaba más de media familia (no cabían). Pero, llegó el nuevo curso, y, vuelta a Valencia. A un piso enorme, con más de 8 habitaciones y el resto de la familia (tres hermanas de mi madre solteras, mi abuela materna y otra mujer de servicio, de mayor edad y rango). Con lo que mis atalayas de observación de ubres, desaparecieron como por encanto. La resignación nunca ha sido mi compañera, además de ser un Scorpio de mitad de noviembre, ser hijo único marca, en este caso, para tratar de obtener todo objeto de deseo. Así que comencé a plantearme otra estrategia que me llevara a obtener ese objetivo, que en mi mente ya no se limitaba a observar, sino que mis instintos me marcaban metas superiores, que por cierto yo desconocía. CONTINUARÁ…

domingo, 5 de julio de 2015

LAILA


Laila es la joven maestra en un pueblo de la Franja de Gaza. Se considera una afortunada. Después del fin de la guerra tuvo la suerte de poder ir a la ciudad, a casa de su tía, y cursar los estudios de Magisterio.
Ahora es feliz con sus más de veinte alumnos, y disfruta enseñándoles a leer y escribir. Esta tarde ha llamado a varios padres para explicarles cómo los niños  van progresando en la escuela.
Sus dos hermanos mayores salieron de la cárcel, se casaron y tuvieron hijos que alegran la casa familiar. Todos ayudan a su padre en el taller de maquinaria agrícola.
En el silencio de la noche, al acostarse, se duerme con una sonrisa dibujada en su cara.

El estruendo de las bombas la despierta. Laila tiene doce años.
Sin recordar el sueño que ha tenido, corre a la calle en dirección a la escuela. Lo que ve le encoge el corazón. Después del bombardeo, ni una sola pared ha quedado en pie. Poco a poco va levantando los cascotes que cubren el suelo y consigue sacar de entre los escombros unos cuadernos, unos lápices y unos libros polvorientos, pero que todavía pueden servir. Todo el día lo pasa en esta tarea. Para ella es como rescatar un verdadero tesoro.
En el pueblo de Laila nadie confía en el futuro, pero ella, por la noche al acostarse completamente agotada, se duerme con una sonrisa de esperanza dibujada en su cara.




miércoles, 1 de julio de 2015

Revista VALENCIA ESCRIBE nº 15 Julio-Agosto





Nos complace informar que ya está disponible la revista «extra» de verano. Los enlaces son los siguientes:

Para leer/descargar:

Solo para leer:

Disfrutadla… ¡¡Y DIFUNDIDLA!!


Mañana, Lu Hoyos



Mañana seguiré el camino,
Nada tengo preparado,
Ni camisas, ni faldas, ni anillos para mis manos.

Ya pesa el tiempo en mis párpados
Y se arquea mi espalda
Con vocación de arco para tus flechas.

No hay nada a punto.
Habrá un cuándo, un dónde y un porqué
Y allí estaré yo,
Prisionera del destino.

Nada tengo preparado
Si no es este deseo de atardeceres,
De noches de luna,

De mañanas soleadas y de tiempos venideros.