jueves, 24 de enero de 2013

Sin prisas





La  cita era a las nueve.  Joe mandaría su cadillac a recogerme, pero al hombre que me esperaba para entregarme sana y salva, no lo conocía. Los tacones se desnivelaban sobre el firme del maldito taller donde me tenían que recoger y los flecos de mi faldilla iban de lado a lado en un incesante bamboleo. Ya estaba harta de ser la chica mona de Joe, y mucho más que harta de  subterfugios y citas de seguridad. Se tenía que acabar. Así que mascando mi  strawberry kiss, le eché una larga caída de ojos cuando me acerqué y pensé: con gusto le quitaría el polvo a este tesoro, aunque en realidad le dije: yo no tengo prisa...

6 comentarios:

  1. Estupendo, Malén. Corto y al grano.

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    1. Ja, ja, ja, contundente, en ocasiones es necesario ir directamente al grano!!

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  2. Muy bueno,veo el bamboleo y oigo el taconeo...Una que sabe lo que quiere,jeje.Muy divertido.Besos

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  3. Muy bueno, Malén, me ha encantado.

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  4. Me ha gustado el bamboleo de la falda y la caída de ojos, muy logrado Magda.

    Abrazos.

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