jueves, 6 de diciembre de 2012

UNA SUTIL FRONTERA


 


Ella no sabía en qué punto se encontraba su relación con Fran. Pensaba que era amistad; una buena amistad. Se sentía querida por él, segura a su lado. Él la tomaba del hombro o de la cintura cuando paseaban juntos y ella hacía lo mismo con él. Jamás habían intentado cualquier otro tipo de aproximación física, aparte de los típicos besos en las mejillas cuando se encontraban o se despedían.

Durante uno de esos paseos, Fran se detuvo en el escaparte de una selecta tienda de lencería; ella no se lo esperaba, se sorprendió. Suavemente, la empujó  a entrar con su brazo, ella no se resistió. De los percheros colgaban prendas de seda, encaje y exquisita organza. Sugerentes juegos de noche de trasparencias y chantillís con detalles de finísimas plumas de avestruz que ambos acariciaban con delicadeza ante la mirada de la dependienta, silenciosa y discreta.

Ella se fijó en un deshabillé color negro, él se lo arrebató de las manos sin mediar palabra y le dijo a la dependienta que lo envolviera para regalo. Cuando salieron de la tienda, se miraron a los ojos, se besaron en los labios con pasión, se abrazaron y rozaron con fogosidad y comprendieron que habían atravesado la sutil frontera que marcaba su relación.

 

 

9 comentarios:

  1. Tu relato también es muy sutil. Cómo dominas el vocabulario de la selecta lencería, me has dejado pasmada!! Un abrazo.

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    1. Malén, he pasado veinticinco años vendiendo ropa de todas las clases: cara y barata, más los años de mi infancia junto a mi madre que era modista, algo se me quedó ahí, entre las circunvalaciones que forman mi cerebro.
      Bsitos

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  2. La amistad que dio paso al amor. Un relato sugerente. Comparto con Malén mi asombro ante tu sabiduría. Abrazos.

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  3. Bien por tus protas... Las ganas hacen milagros. Me gusta mucho la cadencia del relato y la timidez de ella (pienso que nos engaña y es la vergüenza la que habla).

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  4. Ummmm, muy vergonzoso el relato, como los protas, pero me gusta. Habrá que imaginar que vino después, jijijij

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  5. Muy bueno Amparo, vamos a ver si el poder de la palabra escrita hace que este relato salte a la realidad.

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  6. Comparto la opinión de las compañeras y me has dejado gratamente sorprendida con lo que sabes en lencería.

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